Mecánica Popular

Estreno en cines: 28 de abril.

Una noche, el capo de una editorial de Buenos Aires de apellido Zavadikner, se encierra en su oficina, determinado a suicidarse. En la oscuridad, escucha su nombre. Silvia, una chica con un manuscrito en una mano y una pistola en la otra se cuela en la editorial y lo llama: exige ser leída. Su novela fue rebotada tres veces; si Zavadikner no la lee una vez más, se pegará un tiro. A partir de su encuentro, tendrán toda la lluviosa noche para tomar whisky, leer la novela, y leerse entre ellos. La presencia del sereno del edificio, enojado con Silvia por colarse mientras estaba de guardia, pone un poco en perspectiva los diálogos de estos snobs literarios que desdeñan snobs literarios.

Es siempre un placer ver situaciones atípicas representadas en el cine. La trama, si bien una vez planteada se mantiene casi estática, es muy original y da el lugar perfecto para el tipo de disgresiones que el director y guionista Alejandro Agresti convierte en el diálogo principal. Estando borrachos, los personajes dicen (y ven) todo lo que piensan, tal vez gracias a la libertad que da la compañía de otro borracho, que además es un extraño. La tensión intelectual entre Silvia y Zavadikner sirve más que nada para que vomiten juntos un montón de teoría y algunos buenos chistes que no son más que palos y palos para el burgués snob y nerdo de la Ciudad de Buenos Aires. Como muchas veces sucede, el alcohol y las discusiones filosóficas llevan a la gente a los besos y es por eso que tampoco la tensión sexual falta en esta película. Es una herramienta innecesaria pero fácil de incluir.

Alejandro Agresti

El elenco es muy reducido. El trabajo de Alejandro Awada (Zavadikner) es muy bueno; el tipo de diálogo (y monólogo) que el guión contiene no es fácil de representar sin que se sienta forzado. A veces pasa, pero los contenidos de los que habla son complejos y la enunciación lo es más. Patricio Contreras, el sereno, tiene una gran carrera en el cine; es conocido por su papel en La Historia Oficial como el Profesor Benítez. Romina Ricci se roba la pantalla. Su teatralidad es bien recibida en el cine gracias a todo el tono con el que Agresti decidió colorear la película entera. Es exagerada, sí, pero en una obra con guión tan rebuscado siempre parecerá exagerado lo que cualquiera diga. Marina Glezer, por el contrario, no logró darle ni un poco de elegancia a las líneas que le tocaban. Su manera de hablar está muy preparada para lo coloquial, pero en cuanto debe decir alguna palabra más inusual se va todo al tacho y habla como si estuviera leyendo. Diego Peretti tiene partes muy cortas y simples pero se desempeña con comodidad visible.

Mecánica Popular es una película que se siente como si no tuviera propósito más que decir muy fuerte las opiniones del guionista. Aún así, es una experiencia interesante y distinta a lo que solemos ver en el cine (no sólo nacional, sino internacional). Vale la pena darle una oportunidad.

Laura Petroff - @monkeylibrium

Ficha técnica:
Nombre original: Mecánica Popular
Año: 2015
Dirección y Guión: Alejandro Agresti
Elenco: Alejandro Awada, Patricio Contreras, Marina Glezer, Romina Ricci, Diego Peretti
Duración: 90 minutos
Idioma original: Español